El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio

Rafael Sánchez Ferlosio (1927-2019) escritor, principalmente de novela y ensayo, también gramático y lingüista español (perteneció a la denominada generación de los años 50)

Entre sus numerosos premios caben destacar:

  • El Premio Nadal (1955)
  • El Premio Cervantes (2004)
  • El Premio Nacional de las Letras Españolas (2009)

El Jarama

A dieciséis kilómetros de Madrid, en el término municipal de San Fernando de Henares y cerca de Jarama, Mauricio tiene su taberna. El día de la acción es un caluroso domingo de agosto y Mauricio espera la visita de muchos madrileños que vienen a pasar el día a las orillas del río. Muy pronto, llega una pandilla de jóvenes, sesis chicos y cincos chicas, que encargan bebida y guardan las bicicletas en el patio, como han hecho otros veranos. Los muchachos bajan a bañarse. Sólo uno de ellos Daniel a quien le falló la pareja, se mantiene solitario y duerme, después de haber bebido una buena cantidad de vino. En un incidente con Mely se produce una riña pasajera entre Fernando y Tito dentro del agua.

Próxima la hora de comer, echan a suerte quién debe subir a la taberna para traer las tarteras. La muerte recae en Daniel y Fernando, pero como el primero se niega a ir, el otro también lo hace. Tito y Miguel recogen la comida voluntariamente. Comen y sestean, conversando sobre todo tipo de temas. Mely, dando un paseo con Fernando recibe una advertencia de dos guardias civiles porque lleva la parte superior del bañador sin cubrir.

Mientras tanto, desde muy temprano, empezando por Lucio – un viejo panadero desocupado- han ido apareciendo por la taberna de Mauricio los clientes habituales, que hablan de sus cosas, beben vino y juegan al dominó. Llega de visita con su numerosa familia Felipe Ocaña, un taxista de Madrid que hizo buenas migas con Mauricio cuando los dos convalecían en un hospital madrileño. Al novio de Justina, la hija de Mauricio, no le gusta que ella juegue a la rana con la concurrencia y la pareja se enemista.

Los del río se separan. Unos cuantos regresan a la taberna a reunirse con la pandilla de Zacarías y bailan y beben. Sebastián y su novia Paulina, por un lado, y por otro, Tito, Lucita y Daniel —a los que les ha dado por beber más de la cuenta e ir a su aire—, se quedan en el río. Con la euforia del alcohol y la vergüenza consiguiente, Tito y Lucita llegan a besarse.

Ya de anochecida, Sebastián, Paulina y Lucita se dan un baño para limpiar el cuerpo de la arena acumulada durante toda la jornada. Sin que puedan hacer nada, Lucita se ahoga. Mientras la querida civil requiere a los testigos y avisa al juzgado de Alcalá de Henares. Daniel sube hasta la taberna para llamar a los otros.

Una vez levantado el cadáver y hechas las declaraciones ante el juez, el cuerpo de Lucita se lleva al depósito del cementerio de San Fernando a la espera del forense. Los jóvenes regresan a Madrid entre la sorpresa y el dolor, obsesionados poe el modo en que habrán de decírselo a la madre de la chica. Es ya la una menos diez de la noche, Mauricio despide al último parroquiano, Lucio, quien al día siguiente puede conseguir, después de muchos años, un modesto trabajo temporal.

Salvo la muerte de Lucita, en la novela no sucede nada. Se nos relatan pequeños incidentes como en un domingo de excursión, conversaciones sobre el bronceado, los impuestos, los cohes,…

El accidente aporta a la historia un cierto determinismo trágico y, como sucede en la vida, lo que eran hechos o palabras casuales se convertirán después del desenlace en anuncios de la fatalidad. Ej.: cuando los jóvenes le dicen a Lucio que son once y dice «Pues mala es esa de ser impares, viniendo de gira. Hay siempre uno que es el que está de más…»

Los personajes de El Jarama parecen seres sin historia y sin futuro. Todo su pasado común se mueve en torno a un tenue recuerdo de la guerra civil española. Para la generación adulta, la guerra es un hecho vivido que se decanta en un tono entreverado de amargo realismo y de filosofía del deber ser. Para los jóvenes, no es más que un hecho histórico, un conflicto zanjado, pero cuyas consecuencias sufren sin conciencia crítica. No hay héroes individuales, el grupo es el protagonista «personaje colectivo». Hay una notable influencia del cine en esta novela. La acción transcurre durante unas 16 horas. Es una novela de intención crítica social.

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