Innovadores de la Novela Contemporánea

Es curioso observar que gran parte de los grandes innovadores de la novela contemporánea publican sus obras más significativas en la década de los años 20.

THOMAS MANN

Intérprete de la burguesía germánica. Revive en sus obras un itinerario de la burguesía liberal europea a través de las dos grandes guerras. El drama espiritual de su época cobra vida en unos personajes desgarrados por el conflicto entre vida e inteligencia, entre sensibilidad del artista y la existencia normal.

Los Buddenbrook (1901): Sigue a través de varias generaciones la decadencia de una familia de ricos negociantes. Novela de protagonista colectivo (saga), no contiene tesis psicológica ni moral, pero si pesimismo mezclado a veces con ironía.

Muerte en Venecia (1913): Presenta al artista y su creación desde una óptica irónica y crítica. Su argumento es insólito: un famoso escritor, acostumbrado a la más estricta autodisciplina, se enamora de un bello muchacho polaco, en quien ve su ideal de belleza alcanzable. La novela acaba en el fracaso y la muerte.

La montaña mágica (1924): Es la gran novela intelectual de Mann. Se sitúa la acción en un sanatorio cosmopolita antituberculoso que ofrece un símbolo de la Europa anterior a la Primera Guerra Mundial. El relato de la ficción clásica está sustituido por un entrecruzamiento de cuadros de distinto plano, por largos diálogos en los que se exponen temas filosóficos , morales, históricos, etc. Nos encontramos de nuevo con el personaje colectivo.

FRANZ KAFKA

Principal representante de lo que se puede denominar «expresionismo narrativo». En sus novelas se adivina ya el clima angustiado de la posguerra, traducido en una síntesis simbólica y expresionista. Su obra está condicionada por las circunstancias traumáticas de su propia vida: judío, burócrata, hijo de padre autoritario.

Su eje central es la preocupación obsesiva por lo absurdo de la vida y la situación trágica del hombre, sometido a incongruencias de las que difícilmente puede escapar. El mundo de Kafka es un mundo de poderes extraños, desconocidos, un mundo de sub-significación en el que los hechos de la vida cotidiana resultan absurdos dentro de un mundo sin leyes.

Kafka es uno de los primeros en hacer de la novela un «método de conocimiento». En ellas es donde la filosofía del absurdo adquiere su más perfecta corporización. La narrativa de Kafka es una avanzada en la línea de la denuncia de la insensibilidad e indiferencia de la deshumanización de nuestro mundo. Su literatura agónica, situacional, de gran valor plástico, enlaza directamente con la literatura del absurdo, de la angustia y del «noveau roman», presentando el mundo como un depósito de signos y significados ocultos en que la realidad se confunde con la pesadilla.

La Metamorfosis (1913): Narra la extraordinaria transformación de un hombre e una repulsiva araña, condición degradante inevitable que le aisla social y afectivamente. Es un amargo cuento cómico, absurdo en el que Kafka crea el «horror viscoso» en la novela. Se interpreta como un símbolo de la soledad e impotencia de la persona ante un poder absoluto.

El proceso (1914): Historia de un hombre a quien procesan sin saber por qué ni quienes. Una vez puesta en marcha, la maquinaria del poder avanza de acuerdo con la inercia de una lógica implacable, irracional. El protagonista será solo un juguete de estas fuerzas que no puede controlar. Acorralado, llega a sentirse culpable, víctima de la tremenda capacidad del hombre para crear un mundo absurdo, dominado por fuerzas colectivas. Es la novela que simboliza la angustia suspensa del ser humano.

El Castillo (1921): El protagonista ha sido contratado para trabajar en un castillo al que nunca podrá acceder, a cuyo dueño jamás conocerá, como tampoco llegará a saber la misión que le había sido encomendada. Representa la infinitud inasible, la búsqueda de algo que no encontramos, la búsqueda de una verdad oculta.

En todas las novelas kafkianas se ve reflejado el proceso de degradación y destrucción del hombre moderno. Claro ejemplo de esta destrucción de la biografía individual es el hecho de que, en una de sus primeras obras, América, el héroe se llama Karl Rossman; en El Proceso este héroe se llama Joseph K., en El Castillo simplemente se le conoce por K.

Las novelas de Kafka, en tanto que construidas en clave simbólica, admiten muchas lecturas. Para algunos críticos, el héroe del Proceso es el hombre moderno, impotente ante un Estado todopoderoso; para otros, es un símbolo del hombre cargado con el peso del pecado original que tiene cerradas las puertas de la salvación, y para otros se trata del pueblo judío al que se le acusa de todos los crímenes que la sociedad quiere ver purgados.

MARCEL PROUST

Principal representante de lo que se puede denominar «impresionismo narrativo». Influido por Bergson, Proust se acercaba a lo real mediante un proceso de aproximación descriptiva precursor de la fenomenología. Para Proust, el arte es un medio de evasión de un universo vacío en pos del ideal.

Las aportaciones fundamentales de Proust a la novela contemporánea consisten en:

  • La destrucción del tiempo convencional en favor de una búsqueda de un tiempo subjetivo en que pasado y presente se confunden a través de un minucioso análisis de los sentimientos, las sensaciones y el recuerdo. Captó la plenitud del instante presente. El tiempo es su personaje principal: Proust vive obsesionado por la huida del tiempo que destruye los seres o los transforma e intenta aprehender el pasado, recuperar la memoria. Esto lo hace narrativamente mediante el «tiempo lento» que consiste en una descripción minuciosa de las cosas. Cualquier detalle, por insignificante que parezca, puede trasladarnos al pasado, de una manera no racional, si no intuitiva, y hacernos revivir hechos de nuestra vida. Así, Proust relativiza el tiempo y habla de la duración psicológica. Un instante puede ser mayor en varios años, según la huella que nos deje.
  • La novela como búsqueda: Su narrativa es un viaje interior en el que el tiempo y la historia objetivos se diluyen en una morosa recuperación del tiempo perdido por medio de un penetrante buceo en lo subjetivo. Explora, mediante el análisis psicológico, nuevos mundos como son el del ensueño y el recuerdo. En el ciclo narrativo proustiano, el «yo» narrador sitúa al autor como centro nuclear de su propia obra creadora, con lo cual al tema de la reconstrucción de un mundo pasado, se añade el del propio proceso de elaboración artística de esa reconstrucción.
  • La reflexión psicológica: Al relato propiamente dicho, se suman reflexiones psicológicas, morales, artísticas que aproximan muchas páginas al ensayo.

En busca del tiempo perdido: Compuesta por siete volúmenes ( Por el camino de Swann, A la sombra de las muchachas en flor, El mundo de Guermantes, Sodoma y Gomorra, La priosionera, Albertine desaparecida y El tiempo recobrado) forma un ciclo narrativo en que se prescinde del argumento y del héroe y se nos traza un cuadro de costumbres en el que aparece un mundo en descomposición. Melancólica nostalgia y feroz crítica se combinan paradójicamente en esta crónica de un tiempo y de una clase social, la aristocracia, condenados a desaparecer.

Los críticos franceses dicen que las novelas de Proust tienen una composición en rosetón: hay un yo narrador que da la unidad y todo se desarrolla como ondas alrededor de los recuerdos, de las sensaciones y de los cambios producidos por el paso del tiempo. La obra se genera a partir de un estímulo de diverso tipo producido en el presente que catapulta al narrador a tiempos pasados perdiendo a linealidad cronológica.

ANDRÉ GRIDE

Conocido como la «voz del espíritu europeo», portavoz del «nuevo mal del siglo»(la angustia), simboliza el sentimiento angustioso de la generación de la primera posguerra. Preconizaba una «novela densa, preñada de episodios». Para él la novela es más una magia que una narración. Su obra más revolucionaria es Los monederos falsos, prodigioso juego técnico con los puntos de vista, novela dentro de la novela, de desdoblamientos insólitos que se complementa con El diario de Los monederos falsos, notas del propio autor sobre su obra.

Fuentes: Archivo Paéz (Proyecto de digitalización de materiales donados por Suso Páez) y enlaces pertenecientes a wikipedia para aquellos que deseen más información de los autores.

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